POR FRANCISCO PORTES B.- El sistema de ecuestas como modalidad que utiliozaron los partidos políticos para el escogimiento de los precandidatos o aspirantes a ocupar puestos electorales, ya sean a senadores, diputados, alcaldias o juntas municipales y regidurías ha quedado ampliamente desacretitado, tanto es así que, también podría ser descartado para las fururas elecciones.
Quedó evidenciado que, dentro de la democracia, la modalidad de encuesta es lo menos confiable y el que más trauma y confusión ha causado en los aspirantes y más problemas le ha traído a los partidos políticos, esta es muy vulnerable, se presta a muchas cosas que no son claras.
A nuestro juicio, este engaño no podrá ser puesto en marcha nueva vez, porque podría lesionar la democracia, figura esta que está debilitada en nuestra República dominicana. En los actuales momentos, las encuestas han hecho más daño que bondad a quienes se aventuraron a participar creyendo que estaban incluidos en los listados que las firmas encuestadoras presentaría los encuestados; pero su confianza se derrumbó, se desmoronó, dejando frustrados a muchos que no tuvieron la oportunidad de que su nombre fuera incluído y leído a los electores.
Todo el país pasó por este bochorno de encuesta, inclusive, muchos de los que salieron benefiados; pero no en el lugar que debieron quedar están inconformes con su partido. Hay quienes piensan que las encuestas sufrieron influencia, para que en la tabulación o procesamiento de la información los datos fuesen cambiados o modificados, benefiaciando a quienes no obtuvieron respaldo y por ende, tampoco suficientes votos.
Los disgustos aún están bajo las luces, llegando al extremo de que muchos están por abandonar la organización a la que pertencen. Repito, la situación afecta a todos los partidos que aplicaro esta modalidad
Esta situación afecta por igual a los principales partidos que se embarcaron a escoger los candidatos a los diferents puestos electivos para el venidero año 2024, en sus dos elecciones; en abril la municipal y en mayo, la presidencial y conresional.