Dicen: pasan y pasan alcaldes y ninguno ha solucionado los problemas de inundación y basura
Por Francisco Portes B.- Los residentes del sector de Andrés, en Boca Chicha tienen quejas y denuncias permanente, debido al mal estado y abandono a que los tienen sometidos las autoridades que, después que asumen la administración municipal se olvidan de cumplir con su compromiso de campaña y su responsabilidad social.
Así lo expresaron a Dando en el Clavo moradores que sufren en carne propia la irresponsabilidad de la alcaldía, momento que aprovecharon, para hacerle un ferviente llamado al alcalde, Ramón Candelaria, que se cumpla con el rol que le asignó la población que voto por él, con la esperanza de que sería mejor que el que estaba; pero que ahora sienten el peso de la conciencia, la vergüenza y el error que cometieron con su elección, también se lamentan de que no hay referéndum revocatorio, para según ellos, sacarlo de la alcaldía con grúa y a la mayor brevedad.
Refirieron que Boca Chica no se merece un administrador municipal “tan malo”, que es per que masticar “Sábila con su cáscara”.
Arguyeron los moradores de Andrés que, Candelaria no entiende que Boca Chica es un municipio turístico y que cada visitante es impactado por lo que ve o encuentra cuando entra a cualesquiera de las zonas o ciudades que frecuenta.
El problema de Boca Chica no solo es el de las calles que se encuentran en el peor estado de su historia; sino también que la alcaldía la ha convertido en una ciudad vertedero duradero, donde se alojan, crecen y reproducen todos los tipos de alimañas e insectos.
Dijeron que así no se cautiva al turista que visita la zona más famosa y cercana a la capital, que van en busca de ambiente, pero por la insalubridad no se detienen por, las pésimas condiciones en que se encuentran el centro y la periferia de la ciudad.
Desde que llovizna no se puede transitar por las principales calles, ponemos como ejemplo la calle Salomé Ureña, de Andrés, una calle de las principales, que se convierte en un brazo de mar y no permite el tránsito, debido a la gran cantidad de agua que se acumula y el prolongado tiempo que dura para volver a la normalidad, además, penetrando al interior de las viviendas.