POR FRANCISCO PORTES B.- El domingo 26 de del corriente mes, desde las primeras horas de la mañana a quien se veía pasear y dar órdenes al contingente policial apostado en los alrrededores del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva era al general de briga Eddy Francisco Pérez Peralta, quien es Director Regional Oriental, o sea de Santo Domingo Este.
Lo más extraño que percibí fue que él dejara abandonado su territorio, que está deterioto total, para cubrir un y trabajar en otro al que directamente no le pertence dirigir.
Hechos reprochables y deleznables con estos no pueden quedar impunes, alguien debe pagar por ellos y esta vez, la soga no puede romper por lo más débiles como ocurre en la mayoría de los casos.
La tropas no actúa motu proprio; sino que cada acción que ejecutan lleva consigo una orden, por lo que esos policías no actuaron a la ligera, tanto es así que fueron directamente a la Casa Nacional del PLD que está muy distante del Palacio de Justica.
La democracia le ha costado demasiado sacrificio al país para que de forma antojadiza alguien pretenda malograla. De igual guisa, a las instituciones polícas hay que preservarlas y respetarlas. No se puede perdonar que los locales de los partidos políticos sean agredidos; máxime la CASA NACIONAL que es la expresión más elevada de una organización política, que es como si fuera la Catedral.
El Congreso Nacional debe interpelar al general que estaba al frente de la tropa apostada en el entorno del Palacio de Justicia, para que justifique la agresón cometida por sus agentes, que supongo, no actuaron de propia voluntad.
Dejo bien claro que nada tengo que ver con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y, mucho menos defenderé a los encartados en la Operación Calamar, solo defiendo y defenderé el derecho consagrado en nuestra sagrada Constitución, el derecho de hacer uso de la facultad que así da la democracia, siempre que se reclamen dentro de los cánones de la prudencia y el orden, como en ese momento se hacía.