Dubai. Con un día de retraso, y tras más de 48 horas ininterrumpidas de negociaciones, las Partes han alcanzado el acuerdo suficiente para cerrar la COP28 de Dubái con un texto consensuado. Y con la referencia explícita a la reducción progresiva del uso de los combustibles fósiles, aunque no alineada con muchas de las voces que se han escuchado en la cumbre, que solicitaban una referencia clara a la “eliminación”.

«Aunque en Dubai no hemos pasado página a la era de los combustibles fósiles, este resultado es el principio del fin» , ha confirmado el Secretario Ejecutivo de la CMNUCC, Simon Stiell, en su discurso de clausura. Y ha declarado que  «ahora todos los gobiernos y empresas deben convertir estos compromisos en resultados económicos reales, sin demora» .

Desde el comienzo de la fase caliente de las negociaciones, se han sucedido las presiones de sectores vinculados a los combustibles fósiles. Entre las conocidas, la sonrojante  carta que la OPEP remitió, el viernes pasado, presionando a las delegaciones de 23 países productores (incluido el país anfitrión, que ostentaba la presidencia de la COP28 y debía garantizar el resultado objetivo de la misma) o los mensajes de la  Asociación Norteamericana del Petróleo . Y, todo ello, sin dejar de lado que la cumbre se ha celebrado en un país con intereses petroleros y con un presidente controvertido por su carrera profesional en la industria de los combustibles fósiles.

Por otro lado, también se han realizado anuncios por parte de algunos países que, independientemente del resultado de la cumbre, apuntaban en una clara línea de acción. Quizás el más destacado sea el protagonizado por Dinamarca, Fiji, Finlandia, Francia, Groenlandia, Irlanda, Islas Marshall, Portugal, Samoa, Suecia, España, Tuvalu y Vanuatu, que comunicaban el lunes que se comprometían a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.

En la misma línea, días antes España anunciaba que se integraba en la alianza BOGA (Beyond Oil and Gas Alliance), y países como Colombia ratificaban su integración en el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles .

Ni phase out, ni phase down. Añadimos un nuevo término a la jerga climática, el transition away . En el documento de Balance Mundial (GST) que cierra esta cumbre se incluye expresamente la siguiente referencia en relación a los combustibles fósiles:

(d) Transitioning away from fossil fuels in energy systems, in a just, orderly and equitable manner, accelerating action in this critical decade, so as to achieve net zero by 2050 in keeping with the science (hacer una transición que abandone los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, a fin de lograr cero emisiones netas para 2050, de acuerdo con la ciencia).

(h) Phasing out inefficient fossil fuel subsidies that do not address energy poverty or just transitions, as soon as possible (eliminar gradualmente, lo antes posible, los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que no abordan la pobreza energética ni las transiciones justas).

Desde la presidencia de la COP28 se califica el acuerdo de “resultado histórico”, que permite «incluir por primera vez en el texto los combustibles fósiles» en una transición que permita, «de acuerdo con la ciencialimitar el calentamiento global en 1,5 ºC». En el momento en que el presidente cita que se incluyen los combustibles fósiles, todo el plenario vuelve a aplaudir enérgicamente.

«Este acuerdo es un suelo ambicioso, no un techo. Así pues, los próximos años serán cruciales para seguir aumentando la ambición y la acción por el clima», ha declarado en la ceremonia de clausura Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de la CMNUCC.

Esta cuestión, en todo caso, ya no tiene vuelta atrás. Por este motivo, aunque en el acuerdo no se ha decantado por el phase out, que solicitaba la ciencia, países Partes de la CMNUCC, profesionales de la salud, empresarios, y gran parte de los observadores y organizaciones de la sociedad civil, la referencia a la eliminación de los combustibles fósiles ha entrado de lleno en la negociación. Este es el comienzo de un proceso que continuará en las siguientes cumbres del clima.

Un análisis inicial del documento final de GST.

Una primera valoración del documento final, a la espera de análisis más profundos que presentaremos más adelante, se perciben algunas luces y sombras en el documento. Siempre desde el punto de vista de la ambición climática y la alineación de los esfuerzos en la senda del 1,5 ºC:

  • Aunque el acuerdo final no nombra explícitamente la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, la fórmula elegida,  transition away , interpela a los países industrializados y los emisores históricos a que tomen la iniciativa. También pide a los países que promuevan acciones clave para conseguirlo, como triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030.
  • El documento incluye soluciones como la energía nuclear o la captura y almacenamiento de carbono que, desde diversas posiciones, no se consideran soluciones que pueden aportar una contribución sólida a la reducción de emisiones.
  • Se valora de manera positiva la referencia a  “reducir sustancialmente las emisiones distintas del dióxido de carbono a nivel mundial, incluidas en particular las emisiones de metano para 2030″ , aunque tampoco se introducen fechas ni se incluyen metas concretas. En concreto se dice incluir “las tecnologías de reducción y eliminación, como la captura, utilización y almacenamiento de carbono, en particular en sectores difíciles de reducir, y la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono”.
  • Como complemento a la decisión sobre el GST, se han acordado los próximos pasos del Programa de Trabajo de Mitigación que, sin embargo, carece de señales claras sobre la velocidad y la acción necesarias para abandonar los combustibles fósiles. Este programa debe convertirse en el centro de las futuras negociaciones.
  • Sobre el artículo 6 del Acuerdo de París y el comercio de reducciones de emisiones entre países, no se llegó a ningún acuerdo sólido. Se interpreta esta cuestión como una mejor solución que aceptar salvaguardas medioambientales y sociales débiles.
  • En relación a la financiación climática de la lucha contra el cambio climático, se insta a las Partes que son países desarrollados a cumplir plenamente y con urgencia el objetivo de 100.000 millones de dólares al año hasta 2025, lo que se puede interpretar como que los países desarrollados deben compensar por completo las deficiencias de los primeros años del objetivo.

    Hay que recordar que, hasta la fecha, no se ha cumplido el compromiso. Se destaca que el GST subraya la necesidad de fuentes innovadoras de financiación climática, incluida la fiscalidad.

  • En relación al Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado, sucesor del objetivo de los 100.000 millones de dólares. Las negociaciones han sido lentas e improductivas, y en lugar de avances las Partes sólo pudieron acordar un resultado de procedimiento sobre el proceso en 2024, lo que ejerce una inmensa presión sobre la COP29, cuando debería finalizarse el objetivo.
  • En cuanto al Fondo de Pérdidas y Daños, a pesar de las deficiencias en su diseño, ha permitido apalancar las primeras contribuciones para su puesta en marcha. Sin embargo, las contribuciones de los países desarrollados siguen siendo muy pequeñas en relación a la dimensión del problema.

    Las Partes reconocen las importantes lagunas, incluidas las financieras, e introducen el requisito de un informe de síntesis periódico sobre pérdidas y daños.

  • En relación al Objetivo Global de Adaptación (GGA), se ha generado una orientación a las Partes sobre cómo avanzar hacia el objetivo. Sin embargo, todavía carece de objetivos globales tangibles y de compromisos suficientes o efectivos sobre los medios de aplicación -ante todo financieros- y un compromiso colectivo para hacer realidad un futuro sostenible.

    En el GST se insta a las Partes que son países desarrollados a preparar un informe sobre la duplicación de su aportación colectiva a los países en desarrollo de 2019 a 2025, pero esto se queda corto respecto a la hoja de ruta requerida. También introduce un diálogo ministerial de alto nivel para la COP29 sobre la financiación de la adaptación.

Hay una cuestión que ha pasado desapercibida en esta cumbre y que quizás es una de las cosas más relevantes que han ocurrido. Los países se han incorporado plenamente a la implementación de la Agenda Global de Acción, de manera independiente al proceso multilateral de desarrollo del Acuerdo de París por lo que se puede afirmar que la diplomacia va por detrás.

Por este motivo, cobran cada vez más importancia los acuerdos políticos paralelos que se desarrollan o se lanzan en las cumbres. En la COP28, este proceso, se ha reforzado demostrando que la agenda avanza implementándose a nivel país. Y que, ante la dificultad de desarrollo de los acuerdos multilaterales, se planean otras vías directas para acelerar la acción climática. Es decir, buscar ir más allá en las acciones propuestas por el Acuerdo de París.

Esto es relevante porque surgen voces contrarias a estos esfuerzos de implementación subrayando el riesgo de desvinculación de los procesos formales y, por tanto, el aumento de las dificultades de alcanzar acuerdos por la vía multilateral. Y también los que abogan por modificar la gobernanza de la CMNUCC, cambiando la unanimidad de las decisiones por mayorías cualificadas como ocurre en otros tratados de Naciones Unidas

Acuerdos en el marco de la Agenda Global de Acción.

Más allá de la diplomacia y del texto final alcanzado en la COP28, la cumbre ha servido para actualizar y concretar nuevos instrumentos y herramientas de la Agenda Global de Acción Climática.

Los diferentes anuncios que se han realizado en el transcurso de la COP28 y que hacen referencia a los acuerdos políticos paralelos que acompañan el proceso de negociación oficial, ponen de manifiesto el impulso a la acción climática impulsada por los gobiernos, las autoridades locales, la comunidad empresarial, los inversores y la sociedad civil.

El enfoque ascendente ofrece un ejemplo de éxito para la implementación de la Agenda 2030, mucho más allá del ODS 13 sobre el cambio climático. A continuación, subrayamos más de 30 iniciativas, compromisos, acuerdos y herramientas que ponen en valor las actividades de la cumbre:

  • El Compromiso Mundial por las Energías Renovables y la Eficiencia Energética (Global Renewables and Energy Efficiency Pledge) ha sido respaldado por 130 países para triplicar la capacidad mundial de energía verde y alcanzar 11.000 GW en 2030, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles para generar energía.
  • La Declaración de los EAU sobre Agricultura, Alimentación y Clima (COP28 UAE Declaration on Agriculture, Food, & Climate) ha recibido el respaldo de 155 países para acelerar la acción y buscar la transformación de la agricultura y los sistemas alimentarios, acordando ampliar la innovación y la financiación para la protección del suelo y otras medidas de lucha contra el cambio climático.
  • La  Declaración de los EAU sobre Clima y Salud (COP28 UAE Declaration on Climate and Health) ha sido respaldada por 141 países para situar la salud en el centro de la acción por el clima y acelerar el desarrollo de sistemas sanitarios resistentes al clima, sostenibles y equitativos.
  • La Declaración de los EAU sobre Financiación Climática (COP28 Declaration on Climate Finance) ha contado con el apoyo de 13 países para garantizar que la financiación de la lucha contra el cambio climático esté disponible, sea asequible y sea accesible.
  • El Compromiso Global de Refrigeración  (Global Cooling Pledge) ha sido respaldado por 66 países y busca reducir las emisiones de gases refrigerantes al menos un 68% de aquí a 2050 a través de varias estrategias de implementación.
  • La Declaración de los EAU sobre Alivio Climático, Recuperación y Paz (COP28 Declaration on Climate Relief, Recovery & Peace) ha sido respaldada por 78 países y 40 organizaciones. Pretende aumentar la inversión y las acciones para impulsar la resiliencia en países y comunidades afectados por conflictos o crisis humanitarias, junto con un paquete inicial de soluciones financieras, de programación y de asociación.
  • La Declaración de los EAU sobre Hidrógeno y Derivados (COP28 Declaration on Hydrogen and Derivatives) ha sido respaldada por 37 países para el desarrollo acelerado y armonizado de normas técnicas que permitan el reconocimiento mutuo de metodologías y certificadores.
  • La  Declaración de los EAU sobre Transiciones Justas con Perspectiva de Género y Acción por el Clima  (COP28 Gender-Responsive Just Transitions & Climate Action Partnership) ha sido respaldada por 78 países con el objetivo de esta asociación es aprovechar los progresos realizados a través del Programa de Trabajo de Lima de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su Plan de Acción de Género . Incluye un paquete de compromisos sobre financiación, datos e igualdad de oportunidades.
  • El Compromiso de la Coalición para las Asociaciones Multinivel de Gran Ambición (CHAMP) ha sido respaldado por 63 países para mejorar la cooperación alineada entre ambos niveles, internacional y nacional.
  • La Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas (Oil and Gas Decarbonization Charter) ha sido respaldada por 52 empresas, que representan el 40% de la producción mundial de petróleo y busca acelerar la acción climática dentro de la industria.
  • El Acelerador de la Transición Industrial (Industrial Transition Accelerator) ha sido respaldado por 35 empresas y seis asociaciones industriales para acelerar la transición energética y reducir las emisiones mundiales. Destacan los apoyos de la Asociación Mundial del Acero, el Instituto Internacional del Aluminio, la Alianza Mundial de las Energías Renovables, la Asociación Mundial del Cemento y el Hormigón, la Iniciativa Climática del Petróleo y el Gas y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
  • Se ha lanzado la Declaración sobre la Agenda Común para la Educación y el Cambio Climático (The Declaration on the Common Agenda for Education and Climate Change at COP28). Firmada por 28 países supone el primer reconocimiento político mundial del vínculo crítico entre la educación y la acción por el clima como fundamento de un futuro resiliente y sostenible para todos la infancia.
  • Se ha puesto en marcha una asociación de dos años auspiciada por la Alianza de Sistemas Alimentarios Resilientes al Clima (Partnership on Water-Resilient Food Systems) de la CMNUCC que ayudará a los países y a los agentes no estatales a integrar mejor la gestión de los sistemas hídricos y alimentarios, tanto para la adaptación como para la mitigación, en las contribuciones determinadas a nivel nacional antes de la COP30.
  • El llamamiento a la Acción para la Transformación de los Sistemas Alimentarios para las Personas, la Naturaleza y el Clima (Call to Action for Transforming Food Systems for People, Nature, and Climate) ha contado con más de 200 actores no estatales, incluidos agricultores, ciudades, empresas, instituciones financieras y la sociedad civil. Los firmantes se comprometen a llevar a cabo 10 acciones prioritarias para transformar los sistemas alimentarios.
  • Los Hig-Level Climate Champions han lanzado un Compromiso Conjunto con 30 líderes de los sectores del Transporte Marítimo para permitir el uso de combustible marítimo derivado del hidrógeno renovable en esta década con el fin de cumplir los objetivos de descarbonización de la industria marítima. El compromiso incluye además el desarrollo de la flota y la infraestructura portuaria necesaria para que la incipiente industria del hidrógeno verde alcance su escala.
  • Los ministros y los agentes no estatales se han unido al Breakthrough para los Manglares Breakthrough para los Manglares  (Mangrove Breakthrough) para proteger y restaurar 15 millones de hectáreas de manglares de aquí a 2030, mediante una financiación sostenible de 4.000 millones de dólares.  Se han adherido 49 gobiernos (que representan alrededor del 60% de los manglares del mundo) y más de 50 actores no estatales.
  • Se ha lanzado el Breakthrough para el Cemento y el Hormigón (Cement and Concrete Breakthrough), codirigido por los gobiernos de Canadá y EAU, con el respaldo de 33 países para trabajar con países, empresas y organizaciones internacionales asociadas para acelerar las inversiones en las tecnologías, herramientas y políticas que la industria del cemento y el hormigón necesita para alcanzar soluciones netas cero de aquí a 2050.
  • Se ha lanzado el Breakthrough para la Construcción (Buildings Breakthrough), apoyado por 27 países bajo el objetivo compartido de hacer que «los edificios resilientes y con emisiones próximas a cero sean la nueva normalidad para 2030».
  • Se ha lanzado el Breakthrough para el Océano (Ocean Breakthrough) para que actores estatales y no estatales puedan contribuir en la reducción de hasta un 18% de las de emisiones necesarias para 2030, y hasta un 35% para 2050.
  • La Declaración de la Alianza para la Acción Transformadora del Clima y la Salud  (ATACH) ha integrado hasta 70 nuevos países, entre ellos EEUU y Canadá, además de la Unión Europea. La declaración fue presentada el año pasado en la COP27 para construir sistemas de salud sostenibles y resilientes al clima.
  • Los Emiratos Árabes Unidos y Malta se han unido a la Alianza Powering Past Coal  (Powering Past Coal Alliance), coalición de gobiernos nacionales y subnacionales, empresas y organizaciones, para avanzar en la transición de la generación de electricidad a partir del carbón a la energía limpia.
  • Se han unido nuevos países a la Alianza Global para la Economía Verde (The Global Alliance on Green Economy), encabezada por el Gobierno de los EAU y la Organización Mundial de la Economía Verde (WGEO), para desarrollar las capacidades de los países en la transición hacia una economía verde a través de la asistencia técnica y tecnológica, estableciendo una plataforma de apoyo para la búsqueda de socios y mejorar los intercambios entre países.
  • Se ha lanzado  The Climate Hub como foro intergubernamental de gran ambición para el intercambio de experiencias sobre la descarbonización de la industria. Se han unido 36 países.
  • Se ha lanzado la  Coalición Ministerial de Ambición sobre el Clima y el Desarrollo para la Financiación de la Adaptación (Climate and Development Ministerial Coalition of Ambition on Adaptation Finance), encabezada por el Gobierno de Vanuatu, en asociación con los Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido y Malawi. 13 países y el Fondo de Adaptación trabajarán juntos para mejorar la financiación programática nacional, facilitar el acceso a la financiación de la adaptación y ampliar todas las fuentes de financiación de la adaptación.
  • La Coalición Internacional de Silvicultura Sostenible (ISFC) ha lanzado una declaración de 17 países apoyando la necesidad de aumentar sustancialmente el uso de la madera en la construcción como estrategia vital de descarbonización en una declaración bajo los auspicios de la Alianza de Líderes sobre Bosques y Clima (FCLP).
  •  Se ha lanzado el Grupo de Amigos para la Acción Climática basada en la Cultura (GFCBCA) para la integración de las perspectivas culturales en el discurso mundial sobre el cambio climático. Se ha lanzado en alianza por los Emiratos Árabes Unidos y Brasil, con el apoyo de la CMNUCC.
  • La República de Palau, Colombia y Samoa han ratificado el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles (Fossil Fuel Non-Proliferation Treaty), siendo ya 12 países los integrados en el proceso.
  • Los principales bancos multilaterales de desarrollo y organizaciones internacionales anunciaron en la COP28 una Declaración Conjunta creando un grupo de trabajo sobre financiación soberana para la naturaleza y el clima (Task Force on Sovereign Nature and Climate Finance) que impulse la financiación soberana vinculada a la sostenibilidad para la naturaleza y el clima.
  • La Alianza Beyond Oil & Gas (BOGA por su sigla en inglés) ha incorporado  3nuevos miembros, España, Kenia y Samoa, y ha anunciado el inicio de la aplicación del fondo BOGA, que concede subvenciones para ayudar a Kenia y a Colombia a planificar una transición justa, gestionada y ordenada para dejar de depender del petróleo y el gas.

Avances de los High Level Climate Champions.

Durante la COP28, los High Level Climate Champions y el Marrakech Partnership, para apoyar el proceso de implementación del Global Stocktake, han presentado una recopilación con los avances en base a compromisos internacionales lanzados desde la COP26 en seis temas claves:

  • Energía.
  • Transporte.
  • Industria.
  • Uso del suelo.
  • Océano.
  • Zonas costeras.
  • Agua.

Las soluciones se dirigen a limitar el calentamiento global en el límite del 1,5 ºC, aumentar la resiliencia y la adaptación, y movilizar los medios de implementación a gran escala.

Movilización de contribuciones financieras.

Por último, uno de los aspectos destacados durante la COP28 ha sido la movilización de diversas contribuciones financieras, a través de nuevos instrumentos creados en la cumbre y de otros ya existentes. En conjunto, la Presidencia de la COP28 ha anunciado una movilización total de 83.900 millones de dólares por parte de los gobiernos, de la filantropía y del sector privado.

Entre los anuncios realizados destacamos:

  • El Fondo de Pérdidas y Daños, que se aprobó en la COP27, se puso en marcha el primer día de la COP28 al recibir las primeras contribuciones de 792 millones de dólares. Muchos países afectados por el cambio climático consideran esta cifra como totalmente insuficiente (ver actualización de las contribuciones).
  • El Fondo Verde para el Clima, operativo desde su creación en 2010 en el marco de la CMNUCC, para ayudar a los países en desarrollo en las prácticas de adaptación y mitigación ha apalancado contribuciones por valor de 3.500 millones de dólares, aumentando la segunda reposición del fondo a 12.800 millones de dólares.
  • El Fondo de Adaptación, establecido en 2001 en el marco de la CMNUCC para financiar proyectos y programas concretos de adaptación en los países en desarrollo Partes del Protocolo de Kioto que son especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático, ha alcanzado contribuciones por valor de 134 millones de dólares. Esta cifra es muy inferior a la propuesta con la que se llegaba a la cumbre, que estimaba las aportaciones en 300 millones.
  • El Fondo Especial para el Cambio Climático (SCCF por su sigla en inglés), creado en 2001 en el marco de la CMNUCC para financiar proyectos relacionados con la adaptación, la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades, la energía, el transporte, la industria, la agricultura, la silvicultura, la gestión de residuos y la diversificación económica, ha reunido contribuciones por valor de 31 millones de dólares.
  • En relación a otras herramientas y fondos para la financiación climática, destacan los 30.000 millones de dólares aportados por los Emiratos Árabes Unidos, los 200 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro (DEG) y los 31.600 millones procedentes de Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD).

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