Por Francisco Portes B.- La Fiscalía de Santo Domingo Este y Norte se ha venido imbuyendo en acciones indecorosas y perversas desde hace algún tiempo, cosas estas que chocan con los principios que deben regir a una institución que está para corregir las torceduras de la sociedad, a través del castigo o sanción ejemplarizante.

Constituye un hecho lastimero que siendo la fiscalía el garante para encausar la sociedad por los cánones morales y éticos, y, servir de espejo donde se refleje el mejor comportamiento de una sociedad, esta se convierta en el lodo que salpique el accionar cotidiano, contrariando su rol.

En estos momentos la fiscalía pasa por momentos preocupantes, repitiendo comportamiento que se ha convertido en cíclico y cotidiano, sin que nadie responda y pague por los daños causados tanto a la imagen de la Procuraduría General de la República como a la sociedad en su conjunto, y creando un espacio de críticas y desconfianza en quienes están designados para aplicar la Ley.

Que se tenga conocimiento, en un lustro ya se han desaparecido o robado alrededor de 250 armas de fuego del departamento de control de evidencias que sirve de custodia del cuerpo del delito, las últimas que sabemos se desaparecieron hace dos fines de semana y quién sabe si la fiesta ha seguido su curso.

Esperamos que la investigación la encabece directamente la Procuraduría, para que se pueda establecer responsabilidades reales, sin chivos expiatorios, que se enfoque en los de mayor jerarquía, debido a que supuestamente ahí hay un fuerte maridaje y un trato de “chulo y chula”.

Que se investigue bien a un tal Diablito que hay allá, que se combata el peaje del que tanto se sazona en los pasillos de Ghapre. Que el o la encargada de ese departamento sea sometido o sometida a profunda investigación; pero repito, por investigadores designados directamente por la Procuraduría y si es posible que quienes hagan investigación no conozcan los investigados.

Supongo que ya, como hacen varios días que desaparecieron las evidencias, con el robo de las armas, se tiene a alguien que presentarán como culpable y otros harán como Pilato.

Ha surgido un nuevo ingrediente en la fiscalía y está relacionado con los vehículos retenidos, a Dando en el clavo llegó la información de que también hay un lucrativo comercio con los vehículos llamados “chapiao”, que son los que no devuelven a sus dueños; pero que los usan a discreción.

Pedimos una exhaustiva investigación de esa otra situación, que según nuestra fuente se los han estado llevando hasta familiares de empleados a diferentes horas del día. Atención Doña Miriam Germán Brito, haga caso a esta denuncia, para que su gestión no salga enlodada.

Es de mucha preocupación lo que está aconteciendo en dicha fiscalía, no se sabe si las armas robadas han sido vendidas en los barrios, a los delincuentes.

Doña Miriam, en sus manos está la solución.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *