El proyecto de Presupuesto 2025 recorta el financiamiento para el Fondo Anticíclico creado por una ley de 1999.
BUENOS AIRES.- El Gobierno ya tendría margen durante el 2025 para bajar impuestos por el equivalente a 0,6 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) según una estimación del Instituto de Investigaciones Económicas para la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL).
Hay una promesa del Gobierno de bajar impuestos en caso de que sobren recursos. En el discurso de presentación del Presupuesto 2025 el presidente Javier Milei señaló: “si el crecimiento económico es sostenido y en consecuencia el aumento de los ingresos es estructural, el Estado va a poder devolverle a la sociedad ese ahorro en reducción de impuestos tal como nos hemos comprometido”.
El economista del IERAL Marcelo Capello explicó a Ámbito que “es probable que en 2024 se termine recaudando 16,8% del PBI, más que lo que se estima como recaudación para este año en el proyecto de presupuesto 2025 (16,1%)”. “Partiendo de una base de recursos mayor para 2024, proyectamos recursos tributarios por alrededor de 15,4% del PBI en 2025, cuando el proyecto de presupuesto prevé 14,8% el próximo año”, explicó.
En ese sentido Capello dice que “si resulta así, en 2025 podrían disponerse recursos tributarios por 0,6% del PBI adicionales a los presupuestados, aún sin impuesto PAÍS y con una estimación más conservadora para los derechos de exportación”. “Lo que debería hacerse con esos posibles recursos adicionales depende de cómo se interprete la nueva regla fiscal incluida en el proyecto de presupuesto”, explicó.
El profesional dijo que “si la interpretación fuera que, si los recursos en 2025 resultan mayores a los nominalmente presupuestados, y que la suba de la recaudación se considera permanente, entonces esos recursos adicionales podrían utilizarse para bajar impuestos”.
En tal caso opinó que “los principales candidatos deberían ser las retenciones y el impuesto al cheque, una vez eliminado PAIS”. “También podría ocurrir que se considere un aumento transitorio de recursos y se destine el excedente a pagar deuda”, consideró.
El Presupuesto no dice que hay que bajar impuestos
Pero, en realidad, el texto de la ley no dice nada sobre bajar impuestos. La regla sólo establece lo que tiene que hacer el Gobierno si llegara a faltar dinero, pero no aclara cuál es el camino a seguir si sobra.
“Establécese como regla fiscal, que el Sector Público Nacional deberá obtener a partir del Ejercicio 2025 y en todos los ejercicios subsiguientes, un resultado financiero equilibrado o superavitario”. “La presente Regla Fiscal implica que frente a cualquier desvío en los ingresos proyectados que afecte negativamente el equilibrio financiero, los gastos deberán, como mínimo, recortarse en la misma proporción. Para ello, las partidas no sujetas a un monto de ejecución mínimo previsto legalmente, deberán ser recortadas en la proporción necesaria con el fin de restablecer el referido equilibrio financiero”, expresa el artículo 1 del proyecto.
La idea de bajar impuestos no surge del texto de la ley, sino del discurso de Milei ante el Congreso el cual no dice claramente a qué período se refiere para reducir la presión tributaria. Es taxativa respecto de los gastos, pero no así con los impuestos.
Ricardo Carciofi, economista, master en Desarrollo Económico de la Universidad de Sussex, advierte esto, en su cuenta X al comparar lo anunciado por Milei con lo que dice el proyecto de Presupuesto 2025. ”No tienen el mismo significado. Sería conveniente aclarar los contenidos. Esto además de la cuestión anticíclica de la política fiscal”, señaló.
El Gobierno le resta recursos a un fondo para política anticíclica
En 1999, la Argentina estaba atravesando la crisis de la convertibilidad. Sin poder devaluar, la única herramienta que tenía el gobierno Carlos Menem para equilibrar las cuentas era ajustar el gasto. Estaba de moda, por entonces, el «fondo anticíclico» que tenía Chile, que le permitía incrementar el gasto cuando caían los ingresos del país, cada vez que bajaba el precio del cobre. Aquí se trató de hacer lo mismo. Se sancionó en septiembre la ley 25.152 de Administración Federal de los Recursos Públicos.
El artículo 23 del proyecto de Presupuesto 2025 deroga tres incisos de la ley que de alguna manera ya había fijado la regla fiscal que hoy expone el gobierno libertario. Se trata del punto B del artículo 2 de aquella norma que dice que el aumento del gasto público no podrá superar a la tasa de incremento del PBI, y si por el contrario, este cayera, a lo sumo se puede mantener congelado en moneda constante.
También deroga el punto C que financia con el 2% del superávit que se pueda conseguir el Fondo Anticíclico Fiscal creado precisamente para ahorrar dinero en momentos favorables, para poder gastarlo en momentos de caída de actividad. También se deroga el punto F que establece que la deuda pública no puede crecer más que el déficit del Sector Público y el punto A del artículo 3 que determina que no podrán incluirse como aplicación financiera (amortización de deudas) gastos corrientes y de capital que no se hayan devengado presupuestariamente en ejercicios anteriores, entre otros.
NOTA: Trabajo reproducido del periódico ÁMBITO