La flota global de buques está integrada aproximadamente por 90,000 naves distribuidas en el mundo, esto no incluye los yates privados.

Por Francisco Portes B.- En estos últimos 4 años hemos visto y escuchado al ministro de Turismo, David Collado, anunciando y vanagloriándose de la llegada al país de una inmensa cantida de “CRUCEROS” y atracar en nuestos puertos, trayendo en su interior a millones de turistas de diferentes partes del mundo, lo que ninguno ha escuchado decir es la huella de carbono de dichas naves marítimas, ni el poder contaminante de las mismas. Aquí les dejo datos para que reflexionen y emitan sus opiniones sobre el particular. Aclaro, no estoy en contra del turismo.

 

Debido a la potente máquina que necesitan las embarcaciones para su movilización, estos son responsables de la emisión de una considerable cantidad de CO2, los expertos indican que un gran crucero puede tener una huella de carbono por encima de 12 mil automóviles.

Investigaciones señalan que el combustible utilizado por los grandes barcos contiene dos mil veces el azufre de los combustibles diésel de los automóviles estadounidenses y europeos, además que ellos son responsables de entre 3.5% y el 4% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. (https://www.consumer.es)

Las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera producidas por el tráfico de los buques mercantes están infravaloradas. Diversos estudios recientes apoyarían esta afirmación, al ofrecer datos concretos sobre la cantidad de gases emitidos y su impacto en el medio ambiente y en la salud.

Una investigación publicada en la revista científica Environmental Science and Technology concluye que, si la flota mundial no adopta los nuevos estándares de bajas emisiones de azufre, podrían morir unas 87.000 personas cada año. El estudio es la continuación de otro publicado en 2007 por los mismos autores, en el que se afirmaba que 60.000 personas fallecieron prematuramente en 2002 debido a la elevada utilización de azufre en el combustible para uso marítimo.

Se sostiene que, si la flota mundial no reduce sus emisiones de azufre, podrían morir unas 87.000 personas cada año

Por su parte, una investigación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos (EE.UU.) concluye que los gases tóxicos emitidos por los 90.000 buques mercantes mundiales provocan 60.000 muertes al año sólo en EE.UU. y un gasto en atención sanitaria de 230.000 millones de euros por problemas cardiorrespiratorios.

Otro informe reciente de la agencia medioambiental del Gobierno danés calcula que las emisiones del tráfico marino le cuestan al servicio de salud de este país casi 6.000 millones de euros al año, en su mayoría, destinados a tratamientos contra el cáncer y problemas del corazón. En una investigación previa, estimaban que mil daneses mueren cada año de manera prematura por esta contaminación.

Diversos expertos recalcan que, si bien la legislación medioambiental para reducir la contaminación de los vehículos terrestres es cada vez más estricta, no lo es tanto para la producida por el tráfico marino. Este tipo de polución también es considerable: se estima que sólo los 15 buques mercantes más grandes del mundo emiten tanta polución como los 760 millones de coches que hay en el planeta. Un gran barco contenedor puede emitir la misma cantidad de sustancias químicas cancerígenas y causantes de asma que 50 millones de coches.

Se calcula que en el mundo hay unos 90.000 barcos cargueros oceánicos, que son responsables de entre el 18% y el 30% de todas las emisiones mundiales de óxidos de nitrógeno (NOx) y del 9% de las de óxidos de azufre (SOx). El combustible utilizado en estos grandes barcos contiene dos mil veces el azufre de los combustibles diésel de los automóviles estadounidenses y europeos.

Su impacto en el cambio climático tampoco es desdeñable: se estima que de ellos parten entre el 3,5% y el 4% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. La organización Oceana calcula que la flota mundial supone más de 450.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), similares a las emitidas por Japón, uno de los países más contaminantes del mundo.

Cómo combatir la contaminación de los barcos

Algunas instituciones internacionales han comenzado a tomar medidas para reducir las emisiones contaminantes de los buques mercantes. La Unión Europea (UE), por cuyas aguas surca el mayor número de barcos mercantes del mundo propuso dos zonas marinas de bajas emisiones para el canal de la Mancha y el mar Báltico, que entrarían en vigor después de 2015.

Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) propuso un nuevo paquete de medidas, entre las que incluye la exigencia de que todos los barcos con bandera de este país asuman los estándares de emisiones de gases contaminantes. El Gobierno de EE.UU. ha solicitado a la Organización Marítima Internacional (OMI), dependiente de Naciones Unidas, la creación de un “área de control de emisiones” en aguas de este país o la exigencia de mejoras en la eficiencia de los barcos, que podrían evitar, según la EPA, la muerte de 8.000 personas al año, al reducir los gases y sustancias contaminantes producidas por los barcos que surcarían esta zona.

La OMI ha debatido hace poco estas y otras medidas que podrían llevarse a cabo, como un impuesto sobre el combustible para barcos, o un sistema de comercio de emisiones similar al de las instalaciones industriales. También prepara un convenio sobre el reciclado de buques para ser adoptado en breve.

Sin embargo, algunos expertos consideran insuficientes estas propuestas. Los autores del estudio publicado en Environmental Science and Technology aseguran que las nuevas políticas sólo tendrán éxito si se centran en reducir las emisiones de azufre de los combustibles. Por su parte, los responsables de Oceana recuerdan que las medidas de la OMI suelen ser de carácter voluntario. En su opinión, la reducción de la velocidad o la utilización de velas de apoyo lograrían descender el consumo de combustible y, con ello, su impacto ambiental.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *