Por Francisco Portes B.- La palabra es una de las herramientas más eficaces de la expresión y comunicación, es usada, sobre todo, para expresar sentimiento en diferentes órdenes del sentimiento. El general Roberto Ramírez Martínez se ha valido de las buenas palabras, para referirse en la despedida de un ser apreciado como fue su tía.
Usando esa herramienta persuasiva expresó «Querida Tía, Urania: Hoy es un día muy triste para mi, pero me siento con el deseo de escribirte esta carta. Aunque sé de tu ausencia y lo difícil de aceptar, encuentro paz en tus recuerdos y en el amor que compartimos mientras estuviste presente en nuestra familia».
Tu ida dejará un vacío en mi corazón, pero siempre recordaré tu sonrisa sincera, cariño incondicional y tu paciencia para comprender muchas cosas, aunque ya no estarás con nosotros, se que está en un lugar de paz y descanso.
Imagino que estás llena de amor y nos cuidará desde allá arriba, siempre será el mejor tesoro en mi vida, un ejemplo de alegría, fortaleza, generosidad y valentía.
Te extrañaré querida Tía; pero siempre te recordaré con amor y gratitud, aunque ya no me pueda recibir con esa carcajada que te caracterizaba. Gracias por tu amor incondicional, por ser una mujer maravillosa, tu legado estará en todos nosotros y siempre te llevaremos en nuestros corazones Con todo cariño y amor. Tu sobrino que siempre te recordará: Roberto.