SANTO DOMINGO, R.D.- El documento de solicitud de medida de coerción  presentado por el Ministerio Público contra los 20 detenidos en el proceso de  la Operación Calamar, tiene la cantidad  de 65 personas que sirven como testigos en el caso. 

Entre ellos, hay funcionarios altos e intermedios de las mismas instancias del Estado que habrían sido afectadas por la presunta estructura de corrupción que, se alega, estafó al Estado con más de 19,000 millones de pesos y de la que habrían formado parte tres exministros de la gestión gubernamental peledeísta: Donald Guerrero, Gonzalo Castillo y José Ramón Peralta.

La lista también está compuesta por empresarios que habrían tenido una participación muy activa en la referida estructura, personas que serían afectadas con las supuestas maniobras fraudulentas llevadas a cabo, abogados y empleados de algunos de ellos.

Uno de esos testigos es Juan Alexander Tapia Holguín, a quien se señala en el documento como chofer de Ramón Emilio Jiménez Collie (a) Mimilo; empresario que, según la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), era la persona que fungía como contacto directo del imputado Donald Guerrero Ortiz y la estructura no gubernamental que se orquestó para desfalcar al Estado dominicano. Es también uno de los testigos principales del caso.

Con el testimonio de Tapia Holguín, la Pepca dice que probará cuáles fueron las actividades y circunstancias en torno a la movilización y recepción de dinero para la estructura de corrupción que, afirma, dirigía el ministro de Hacienda, así como la ubicación de la oficina del imputado Gonzalo Castillo.

Indica que, en su condición de chofer de Mimilo, a éste le correspondió ir donde Fernando Crisóstomo Herrera, quien le entregaba volantes de retiro de dinero que estaban a su nombre, con la indicación del monto que iba retirar y le instruían ir al Banco de Reservas, al área de depósito de la sucursal que está ubicada en la Av. Jiménez Moya del Distrito Nacional, próximo al Centro de los Héroes.

Señala que el dinero lo retiraba Tapia Holguín después del mediodía, entre las 3:00 y las 5:00 de la tarde y que lo hacía, solo, en ocasiones, o en compañía de otras personas. También dice que el dinero le era entregado en el Banreservas en fundas de dinero o en paquetes. Además, que el periodo de tiempo en que hacía los retiros de dinero fue entre los años 2019 y 2020.

En el documento se narra que “luego de retirar el dinero en el Banreservas lo llevaban a la oficina de Ramón Emilio Jiménez Colli (a) Mimilo, iban “en la nochecita” a llevarlo al edificio GAMPSA, que está ubicado en la calle José López, próximo al Centro Médico Moderno y la calle Charles Summer; que trasladaban el dinero dentro de maletas grandes de las usadas para viajar, en los vehículos de Ramón Emilio Jiménez Colli (a) Mimilo, una Range Rover color azul y una camioneta azul, marca Ford, F-150”.

Sigue contando que, luego de llegar al edificio GAMPSA, ingresaban al estacionamiento soterrado del edificio, que se desmontaba para ayudar a bajar las maletas que contenían el dinero y, en otras ocasiones, personas que trabajaban ahí las bajaban; también que Mimilo entraba al edificio con las maletas de dinero para entregarlas.

Las entregas se hacían el mismo día en que el dinero era retirado del banco y, continúa narrando, que su jefe (Mimilo) era quien se encargaba de sacarlo de las fundas y colocarlo en las maletas.

Indica la Pepca, que el chofer habría acudido unas 15 veces a entregar dinero en el edificio, el mismo donde se ubicaban las oficinas de Gonzalo Castillo, y que en cada ocasión llevaban entre tres o cinco maletas. Dice que él llegó a comprar, en efectivo, hasta 30 maletas para mover el dinero.

Según el testimonio del chofer Tapia Holguín que cita la Pepca, éste también transportó dinero, junto a Mimilo, a una casa ubicada en la calle La Ceiba, número 102, esquina Helios, en el sector de Bella Vista, en el Distrito Nacional, a donde llegaban entre las 6:00 y 7:00 de la mañana. Esa dirección correspondía a la oficina de Joao Santana (Polis Caribe) en los años en que el consultor trabajó para el PLD.

El traslado se hacía en los vehículos antes descritos y que en ocasiones usaban los dos a la vez, pues no cabía en uno solo. Indican que fueron unas 15 veces a llevar dinero, en las fundas, hasta esa dirección y que en cada entrega llevaban más de 50 millones de pesos.

También indica que “cuando llegaban a esa casa tocaban la bocina, ahí abrían el portón, los vehículos entraban de reversa, se desmontaban las fundas con dinero en compañía de unas personas que por su apariencia parecían ser militares. Luego Ramón Emilio Jiménez Collie entraba con ellos a la casa a entregar el dinero”.

Señala que hubo un momento que el banco Banreservas dispuso llevar el dinero en sus camiones blindados a la oficina de Ramón Emilio Jiménez Colli (a) Mimilo, en el edificio In Tempo, de la Max Henríquez Ureña con Churchill, en el Distrito Nacional, porque eran sumas de dinero muy grandes y que en ocasiones de manera simultánea llegaron más de cinco camiones de seguridad del Banco Banreservas a entregar dinero, “donde entregaron más de mil y pico de millones de pesos dominicanos”.

La Pepca cuenta con el testimonio de Adolfo Vicente Encarnación, otro de los choferes de Ramón Emilio Jiménez, con el que busca probar que éste fue a llevar, en unas cuatro ocasiones, varias maletas de las grandes con dinero durante el año 2020, según narra en el documento de solicitud de medida de coerción.

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