Por Érika Ramírez.- El Pentágono ha iniciado los preparativos para el despliegue de cazas F-35 en Puerto Rico, una movida que eleva la respuesta militar estadounidense frente a la creciente actividad de grupos criminales en la región.

Esta acción se enmarca dentro de una serie de operativos contra los cárteles del narcotráfico que buscan fortalecer la seguridad en el Caribe. La llegada de los cazas F-35 en Puerto Rico fue confirmada por una fuente familiarizada con la planificación, señalando que diez de estas avanzadas aeronaves serán enviadas a la isla.

La decisión de intensificar la presencia militar coincide con una visita de alto nivel. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el general de la Fuerza Aérea, Dan Caine, viajaron a Puerto Rico para supervisar el fortalecimiento de las operaciones.

Su llegada, reportada en la red social X por la gobernadora Jenniffer González, se produjo días después de que cientos de marines fueran trasladados al territorio para participar en ejercicios de entrenamiento.

Respaldo total a la presencia militar

La gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, expresó su total apoyo a estas maniobras, viéndolas como un mensaje contundente.

«El Gobierno de Puerto Rico está comprometido en esta lucha contra el narcotráfico. Vamos a seguir viendo estas maniobras», afirmó González en una rueda de prensa. Para la gobernadora, esta presencia militar es «un mensaje directo al líder del cartel en Venezuela, Nicolás Maduro, de que los Estados Unidos no le van a pasar una más».

González también destacó la importancia estratégica de la isla en esta nueva fase de la lucha antidrogas. “Que Puerto Rico pueda ser el centro de operaciones y logística del Gobierno de los Estados Unidos para Sudamérica por nuestra posición geográfica nos vuelve a colocar en un lugar de importancia”, subrayó. La gobernadora aseguró que se alegra de que el presidente Donald Trump haya destinado recursos federales para enfrentar directamente al narcotráfico.

Aumento de la tensión en el Caribe

El reciente incremento de la actividad militar se produce en un momento delicado para la región. A principios de septiembre, una operación en el sur del Caribe resultó en la muerte de once personas tras un enfrentamiento con un buque supuestamente perteneciente a la banda venezolana Tren de Aragua. Este suceso ha elevado la tensión diplomática. El presidente Trump vinculó el incidente con el tráfico de drogas desde Venezuela, acusaciones que fueron negadas por Nicolás Maduro.

El estatus de Puerto Rico como Estado Libre Asociado facilita el despliegue de fuerzas estadounidenses, ya que áreas como la defensa y las fronteras están bajo control de Washington. Por su parte, el Cuerpo de Marines de Estados Unidos ha señalado que el terreno y el clima de la isla ofrecen condiciones ideales para el entrenamiento táctico y anfibio.

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