Por Erika Ramírez.- Un sargento de las Fuerzas Armadas fue capturado en pleno acto mientras intentaba realizar una transacción ilegal de armamento en el sector de Capotillo, ubicado en el Distrito Nacional. El militar, identificado como Hazim Bueno Kamil, se encontraba en el proceso de ofrecer un peligroso lote de armas a individuos que se presume que forman parte de una red de crimen organizado que opera en la zona. La rápida acción de las autoridades impidió que este material bélico terminara circulando en las calles y agravara la situación de seguridad.
Detalles de la intervención policial
La operación que llevó a la detención del sargento fue el resultado de una labor de inteligencia que alertó a las unidades de la Policía Nacional sobre la posible venta. Según la información reportada por El Nuevo Diario en Santo Domingo, los agentes actuaron de manera precisa y coordinada para frustrar la entrega. El plan del militar era vender armas de alto calibre, lo que representaba una amenaza directa para la paz y la seguridad de los ciudadanos en uno de los barrios más poblados de la capital. La intervención se realizó sin mayores incidentes, logrando neutralizar al implicado y asegurar el armamento antes de que cambiara de manos.
Durante el operativo, las autoridades confiscaron una pistola y un fusil tipo AR-15, este último considerado un arma de guerra y de uso exclusivo de los cuerpos militares. La presencia de un fusil de asalto como el AR-15 en manos de delincuentes es motivo de gran alarma.
Este tipo de arma tiene la capacidad de disparar a ráfagas, con un alcance y una potencia de fuego muy superiores a las armas convencionales. Su llegada a estructuras criminales habría significado un aumento considerable en su poder ofensivo, poniendo en grave riesgo tanto a la población civil como a los propios agentes del orden que patrullan la ciudad.
La implicación de un sargento de las Fuerzas Armadas en una actividad delictiva de esta magnitud ha generado una profunda preocupación en la sociedad y dentro de las mismas instituciones castrenses. Se espera que se inicie una investigación interna para determinar si existen otros miembros involucrados o si se trata de un caso aislado.
El sargento Hazim Bueno Kamil fue puesto inmediatamente bajo arresto y entregado a las autoridades competentes. Ahora se encuentra a disposición del Ministerio Público, que en las próximas horas se espera que ofrezca más detalles sobre el caso.
El militar podría enfrentar graves sanciones tanto en la justicia ordinaria por tráfico de armas como en la justicia militar por faltar a su deber y cometer actos que deshonran el uniforme. El proceso legal buscará establecer todas las responsabilidades y aplicar las consecuencias correspondientes.