POR FRANCISCO PORTES B.- Constituye un hecho lastimero el que algunos politicos de mentalidad arrabalizada y chatarra traten de confundir a los ciudadanos de mentalidad blanda sobre la realidad de los fenómenos afmosféricos que son indomables por la voluntad humna, esto debido a su poder implacable desde el punto de vista antropogénico; sino que sucede todo lo inverso.

Siempre que se presenta una tormenta, un huracón o un ciclón, trayendo consigo lluvias torrenciales con más capacidad y fuerza que los medios existentes para encausarlas sin que pruzca daños, tanto materiales como humanas, salen alunos mentes endebles acusando a los alcaldes de inoperantes o de malos gestores.

No hay fuerza humana que pueda impedir que un Río desboldado detenga su curso, más si éste alguna vez anduvo por esos predios y la intervención de alguien modificó su cauce como suele acontecer en todo el territorio nacional, se ovidan que se construyen carreteras y hasta grandes poblados en lugares que en algún momento, no importa que hayan pasado 100 o más años fue el lecho de un afluente o una un humedal que fue rellenado para convertirlo en viviendas.

Los ignorantes les compran esos discursos hueros y estercoleros pronunciados por personajes tozudos que no se detienen a pensar lo que van a decir; en su mayoría hay que perdonarlos, porque no tienen la capacidad ni la enteresa de profundizar e investigar el por qué de las cosas.

Deben entender que por grande que sea un colector de aguas o un filtrante, llega un momento en que la acumulacion es muchas veces superior al desagüe, por lo que indefectiblemente habrá inundación.

No obstante lo planteado Supra, comprendo y acepto que hay muchas administraciones municipales con debilidad, sea por bajo presupuesto y amplia poblacion y territorio o por inexpiencia; pero frente a los fenómenos afmosférios todos son débiles.

 

Pueden atacar por acumulacion de basura o desperdicios sólidos; pero no por la cantida de agua que un fenómeno atmosférico como una tormenta o un huracán puedan provocar en un lugar y momento determinados.

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