POR FRANCISCO PORTES B.- El general Eddy Pérez Peralta, director Regional Santo Domingo Oriental de la Policía Nacional desafía al Ministerio Público de esta demarcación, creando disgusto y marcando distanciamiento entre las partes.

Los inconvenientes surgidos entre la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República, representada por los fiscales se deben a que el general Eddy ha querido y presumido imponerse y bajarles rayas y darles órdenes a los representantes del Ministerio Público, actitud que fue rechazada y repudiada por los magistrados.

El último altercado que tuvo el susodicho general fue con el magistrado Nelson Beltré a quien agredió verbalmente con palabras impublicables y supuestamente trató de usar su arma de reglamento contra el representante del Ministerio Público, con asiento en Villa Duarte.

Según los que presenciaron los hechos, las intenciones de Eddy Pérez Peralta eran asesinar a Nelson Beltré, quien estaba cumpliendo con su trabajo y que además estaba en su oficina haciendo sus labores habituales.

El problema surgió cuando el general trató de darle órdenes al Ministerio Público, después de la celebración de una vista y al Beltré comprobar que no había elementos para mantener en prisión a unos detenidos, dejándolo en libertad; el Todopoderoso Eddy Peralta se trasladó al destacamento donde también opera el Ministerio Público en tono desafiante e imponente, tratando de usurpar funciones.

En esas circunstancias, siempre de acuerdo con la fuente fue que el agresor se llenó de ira, olvidando que es al Ministerio Público a quien le corresponde decidir quién queda en liberta o no.

También olvidó Eddy Pérez Peralta que la policía está inmersa y viviendo un proceso de innovación y reforma, para enquistarla en los nuevos tiempos que, ya fueron superados los momentos y la nefasta cultura del “tránquelo”, que esto quedó anquilosado en el pretérito y en algunas mentalidades tozudas y retrógradas. Todavía hay personas que son más tozudas que una mula.

Según supo Dando en el Clavo, situaciones similares se han presentado en varias ocasiones relacionada con las mujeres que son detenidas, dado que en todos los cuarteles o destacamentos no hay cáceles femeninas, por lo que con regularidad se crean fricciones entre el Sátrapa y los fiscales.

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