SANTO DOMINGO, R.D.- La República Dominicana ratificó su compromiso con la paz y seguridad global, así como su intención de fortalecer la cooperación interinstitucional, con el objetivo de mejorar los mecanismos de bioseguridad y biocustodia en los países de la región y el hemisferio, para con ello contribuir con la prevención de acciones ilícitas y actos terroristas.

En ese sentido, expertos de la República de Panamá y República Dominicana, reafirmaron su responsabilidad en el cumplimiento de la resolución 1540-2004, del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual proscribe toda actividad relacionada con armas biológicas así como el debido control, para el uso pacífico de esos elementos por parte de los Estados.

El Consejo de Seguridad de la ONU decidió en su resolución “que todos los Estados deben abstenerse de suministrar cualquier tipo de apoyo a los agentes no estatales que traten de desarrollar, adquirir, fabricar, poseer, transportar, transferir o emplear armas nucleares, químicas o biológicas y sus sistemas vectores, en particular con fines terroristas”.

Los expertos panameños y dominicanos compartieron sus experiencias durante tres días de trabajo, en el marco de un ejercicio que involucró a los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa, que contó con el apoyo de la Secretaría del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE), de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea, donde socializaron sobre los mecanismos estatales a la luz de la Convención de Armas Biológicas, que es el primer tratado multilateral de prevención de armas de destrucción masiva, vigente desde 1975.

Durante el ejercicio, escucharon experiencias de especialistas del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, del Hospital Militar Docente “Dr. Ramón De Lara” de la Fuerza Aérea de República Dominicana y del Laboratorio Nacional, en torno al manejo de la Pandemia del COVID-19.

También, los especialistas destacaron la importancia del marco jurídico de los Estados, así como el necesario fortalecimiento de los mecanismos de supervisión, control y la necesaria capacitación de los actores que intervienen en los procesos.

Al concluir los ejercicios, el General de Brigada Francisco Ovalle Pichardo, ERD., rector del Instituto Superior para la Defensa (INSUDE) y punto de contacto de las Fuerzas Armadas ante la ONU sobre el tema, aseguró que “la Pandemia por COVID-19, demostró que no existe preparación para prevenir y responder a catástrofes con agentes biológicos. Debemos aunar esfuerzos de las mesas multisectoriales, orientados al fomento de la confianza mutua, por medio de medidas efectivas de seguridad y protección de los elementos y los procesos que inciden en la materia”, precisó Ovalle Pichardo.

Agregó que “la prevención contra el uso de armas bacteriológicas, es un asunto que compete y requiere del concurso de toda la comunidad internacional, evitando con ello que actividades originarias con fines pacíficos, puedan ser utilizadas de manera inadecuada”.

Advirtió que se debe prestar atención a las alertas asociadas al cambio climático, planteadas por la Organización Mundial de la Salud, “las cuales podrían generar nuevas bacterias, convirtiéndose en una amenaza real para la humanidad”.

En el país -dijo-, contamos con un mecanismo de cooperación interinstitucional el cual permite verificar y controlar materiales de uso dual, destacándose la importancia que reviste la Ventanilla Única y controles aduanales, para el fortalecimiento del comercio estratégico, factor necesario e indiscutible para el desarrollo de los pueblos.

 

Ovalle Pichardo, instó a continuar con los procesos de capacitación y entrenamientos que ayuden a comprender y darle importancia que requiere al tema, para seguir asesorando al liderazgo político, para implementar nuevos códigos de lenguaje, orientados a facilitar que cerca de un 97% de los países signatarios del acuerdo, lo incluyan en sus agendas de trabajo.  Destacó –además-, que este ejercicio es el primero en su tipo, que desarrollan los Estados miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).

Finalmente, los anfitriones del evento tanto por el MIREX como por el MIDE, agradecieron la cooperación que sobre la materia han dado los organismos internacionales participantes, el comité de expertos del Consejo de Seguridad de la ONU, el Comité interamericano contra el Terrorismo, la Unión Europea y la Oficina Regional de EXBS del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.

 

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