POR ANTONIO CONTREAS B. Las grasas, este grupo de alimentos se debe hacer hincapiés. El miedo al consumo de grasas está teniendo como consecuencias muchas deficiencias nutricionales.
Al igual que las proteínas las grasas tienen muchas funciones fundamentales para la salud y se debe fomentar su consumo. En sus funciones se encuentran la protección, aislamiento térmico, componente de las membranas celulares, propulsora de hormonas, producción de prostaglandina, reguladora de la inflamación, reserva energética y transporte de vitamina liposolubles.
Existen varios tipos de grasas:
- Grasas Saturadas de origen animales (Huevo, Vacas, Lácteos).
- Origen Vegetal (Palma o coco).
- Grasas Insaturadas Mono insaturados (Aceite de oliva, aceituna, aguacate, almendras).
- Grasas polinsaturadas omega 6 (Sojas, aceite de maíz de girasol).
- Omega 3 EDP y DHA en animales acuáticos y algas.
Grasas Trans que son grasas insaturadas sometida a un tratamiento industrial de hidrogenación para dosificarlas.
Ácidos grasos trans
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomiendan la eliminación de los ácidos grasos trans producidos industrialmente (AGT-PI) para prevenir enfermedades no transmisibles, como cardiopatías coronarias.
El aumento del consumo de grasas trans (> 1% de la ingesta total de energía) se asocia a un aumento del riesgo de cardiopatía coronaria y de muerte por esta causa. La ingesta de grasas trans (AGT) es responsable de más de 500 000 muertes prematuras anuales por cardiopatía coronaria.
La eliminación de las grasas trans del suministro de alimentos se puede lograr a través de enfoques de políticas, incluido el uso de medidas legislativas o reglamentarias para limitar el contenido de AGT-PI a no más de 2 gramos por cada 100 gramos de grasas totales (es decir, 2%) en todos los alimentos, prohibir los aceites parcialmente hidrogenados, que son la fuente principal de AGT-PI; y / o una combinación de las dos políticas mencionadas anteriormente.
Las grasas trans de producción industrial son compuestos artificiales nocivos que están presentes en diferentes alimentos, grasas y aceites.
Las grasas trans obstruyen las arterias y aumentan el riesgo de cardiopatía coronaria.
El aumento del consumo de grasas trans (> 1% de la ingesta total de energía) se asocia a un aumento del riesgo de cardiopatía coronaria y de muerte por esta causa.
La eliminación de las grasas trans de los alimentos y su sustitución por alternativas más saludables es viable y está teniendo lugar en muchos países de ingresos elevados.
A escala mundial, la mejor estimación, obtenida con un método analítico integral, indica que 537.000 muertes por cardiopatías coronarias fueron atribuibles en el 2010 al consumo de AGT; de estas muertes, 160.000 ocurrieron en la Región de las Américas, 45% de ellas prematuramente.
Un amplio conjunto de evidencia ha demostrado los efectos perjudiciales de los AGT en el metabolismo, así como la asociación entre la ingesta total de AGT y las cardiopatías coronarias. El consumo alto de AGT aumenta considerablemente el riesgo de muerte por cualquier causa en 34% y por cardiopatías coronarias en 28%, así como e riesgo de aparición de cardiopatías coronarias en 21%. También se han observado aumentos no significativos de 7% y 10% en el riesgo de muerte por accidente cerebrovascular isquémico y por diabetes, respectivamente (5). Los AGT aumentan la concentración del colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), el más perjudicial, y disminuyen la concentración del colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), que es benéfico, en una medida mucho mayor que las grasas saturadas.
La OPS ha lanzado el Plan de acción para eliminar los ácidos grasos trans de producción industrial 2020-2025. Propone un curso estratégico de acción para los Estados Miembros de la OPS en la eliminación de los ácidos grasos trans de producción industrial. La OPS también lanzará un curso virtual sobre el paquete de acción REPLACE DE LA OMS para eliminar los AGT-PI para avanzar en la agenda regional de nutrición y fortalecer la capacidad de los países en las estrategias para eliminar el AGT-PI del suministro de alimentos bajo el Plan de acción de la OPS.
Por lo tanto para disminuir la inflamación en el organismo es importante aumentar el consumo de omega 3 y omega 6 de origen vegetal y reducir la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas o acido araquidónico.